Herencia del Valle es un homenaje a los artesanos que han perfeccionado el arte de destilar la caña.
Cada gota de este aguardiente premium lleva consigo el alma de los valles, el aroma de las flores silvestres y la pureza de las aguas cristalinas que fluyen desde las cumbres.
La caña de azúcar es cuidadosamente seleccionada y molida, destilada en alambique de cobre, embarricado en roble blanco y filtrado en carbón activado.
El resultado es un aguardiente de calidad superior, que refleja la riqueza de los suelos andinos y el esmero de sus productores.
Es símbolo de orgullo para Ecuador que captura la esencia de la tierra, celebramos no solo su exquisito sabor, sino también la herencia de los valles andinos y una historia de tradición, pasión y excelencia que persiste en cada botella.